Pieza del Mes del Museo de Arte Religioso

Pieza del Mes del Museo de Arte Religioso

La imagen retrata la visión del 16 de julio de 1251, cuando a San Simón Stock; Padre Carmelita se le apareció la Virgen María, vestida de hábito carmelita, llevaba al Niño Jesús en sus brazos y en su mano el Escapulario, que le entrega diciendo: “que quién muriese llevándolo se salvaría”.

En honor a la Virgen del Carmen

(11/Jul/2019 – web) Panamá.- El Museo de Arte Religioso Colonial (MARC), para este mes de julio destaca como su “pieza del mes” un cuadro del siglo XVIII con la imagen de la Virgen del Carmen, plasmada en técnica de óleo sobre tela, perteneciente a la Escuela Quiteña de Arte.

La imagen retrata la visión del 16 de julio de 1251, cuando a San Simón Stock; Padre Carmelita se le apareció la Virgen María, vestida de hábito carmelita, llevaba al Niño Jesús en sus brazos y en su mano el Escapulario, que le entrega diciendo: “que quién muriese llevándolo se salvaría”.

En Panamá, la devoción a la Virgen del Carmen, advocación mariana se extiende en todo el territorio nacional y es considerada como la “Patrona de los pescadores y marineros”.

El Museo de Arte Religioso Colonial, está ubicado en calle 3era. San Felipe y es custodio de los tesoros donados por familias de alcurnia de la ciudad de Panamá y de piezas de procedencia española y de las escuelas de arte de los siglos XVI, XVII y XVIII de Quito y Perú. El mismo está dotado de unas 70 piezas aproximadamente, que proceden de iglesias de todo el país.

Este museo está abierto de lunes a viernes de 8:00 a.m. 4:00 p.m. La entrada tiene un costo de B/.0.75 (adultos), B/.0.25 (niños) y B/. 5.00 (grupos escolares). Para más información puede llamar al: 519-9915.

La Virgen del Carmen es una advocación mariana que se remonta a la veneración del grupo de ermitaños que, inspirados en el profeta Elías, se retiraron a vivir en el Monte Carmelo, considerado el jardín de Israel («Karmel» significa «jardín»).

El domingo 16 de julio de 1251, San Simón Stock, Superior General de los Padres Carmelitas del convento de Cambridge, estaba rezando por el destino de su orden, cuando se le apareció la Virgen María,

Pieza del mes del MARC

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La veneración remonta al grupo de ermitaños que, inspirados en el profeta Elías, se retiraron a vivir en el Monte Carmelo, considerado el jardín de Israel («Karmel» significa «jardín»). Estos devotos, después de las cruzadas, formaron en Europa la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (carmelitas). El Monte Carmelo, situado en la actual Israel, ha sido un sitio de devoción religiosa desde la antigüedad. En el Antiguo Testamento se le menciona con el nombre de Hakkarmel (lugar del jardín), en el libro del profeta Isaías como un lugar de gran belleza y aparece también en relación al profeta Elías. No aparece, sin embargo, en el Nuevo Testamento.

Advocaciones como por ejemplo La Virgen del Carmen, que toma su nombre en alusión al Monte Carmelo.

El Carmelo era sin duda, el monte donde numerosos profetas rindieron culto a Dios. Los principales fueron Elías y su discípulo Eliseo, pero existían también diferentes personas que se retiraban en las cuevas de la montaña para seguir una vida eremítica. Esta forma de oración, de penitencia y de austeridad fue continuada siglos más tarde, concretamente en el III y IV, por hombres cristianos que siguieron el modelo de Jesucristo y que de alguna forma tuvieron al mismo Elías como patrón situándose en el valle llamado Wadi-es-Siah.

En Panamá, la devoción a esta advocación se extiende en todo el territorio. En la ciudad de Panamá está la Iglesia del Carmen, en la vía España, que es el centro escogido por un importante número de parejas para ser «bendecidos» por la Virgen y donde se realizan numerosas bodas. En el interior del país, las más grandes celebraciones se realizan en Pocrí (Corregimiento del Distrito de Aguadulce), pues en este pueblo se encuentra el Santuario Nacional Virgen del Carmen, donde miles de devotos asisten durante todo el año, al igual que en la histórica localidad de Natá de los Caballeros. Además se celebra en otras ciudades como Aguadulce en el pueblo de Pocrí, renombrada procesión con las imágenes de la Virgen del Carmen en la que se ha edificado su santuario que lleva su nombre, y en Llano Sánchez.

En Natá de los Caballeros se contempla una de las más antiguas imágenes de Nuestra Señora del Monte Carmelo en las Américas. También en la Diócesis de David, en la Provincia de Chiriquí, el culto a la Virgen del Carmen está muy extendido gracias a la orden de los franciscanos, que construyó la Iglesia del Carmen en la ciudad de David. En Sabana Grande de Pesé, se celebra con mucha fe el culto a la Virgen del Carmen, en el pueblo de Los Higos de Parita, se celebra desde hace unas décadas a la Virgen del Monte Carmelo y la cual permanece una imagen antigua.

Los pescadores artesanales de los poblados costeros de los distritos de Chame y San Carlos en el sector oeste de la provincia de Panamá, en playa El Puerto, en el distrito de Guararé y Playa Monagre, en la provincia de Los Santos, al igual que los del sector costero de la provincia de Coclé (Farallón, Santa Clara, Juan Hombón entre otras), realizan una procesión acuática hasta un punto determinado, donde se encuentran con pescadores otras comunidades, donde es venerada como la santa patrona de los pescadores y dedican el día a honrar a quien los protege en cada salida al mar. En La Palma de Darién la Virgen del Carmen también es muy venerada por dicho pueblo es una celebración grandísima, al pueblo llegan los barcos pesqueros que pasean a la virgen por toda la desembocadura del río Tuira. De igual forma, en Táboga se celebra con todos los méritos la patrona del mar

La veneración remonta al grupo de ermitaños que, inspirados en el profeta Elías, se retiraron a vivir en el Monte Carmelo, considerado el jardín de Israel («Karmel» significa «jardín»). Estos devotos, después de las cruzadas, formaron en Europa la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (carmelitas). El Monte Carmelo, situado en la actual Israel, ha sido un sitio de devoción religiosa desde la antigüedad. En el Antiguo Testamento se le menciona con el nombre de Hakkarmel (lugar del jardín), en el libro del profeta Isaías como un lugar de gran belleza y aparece también en relación al profeta Elías. No aparece, sin embargo, en el Nuevo Testamento.

Según la tradición carmelita, el 16 de julio de 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se le había aparecido, a San Simón Stock, superior general de la Orden, a quien le entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita. Según esa tradición moderna, la Virgen prometió liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo. Esta veneración recibió reconocimiento papal en 1587 y ha sido respaldada por los Pontífices posteriores, en especial lo referente al escapulario.

La devoción mariana hacia la Virgen del Carmen se extendió a muchos países de Europa, entre ellos a España y desde éste a numerosos países de América, destacando entre ellos Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, México, Panamá, Perú, Puerto Rico y Venezuela.

Según la tradición, fue durante la celebración de la fiesta de Pentecostés, cuando unos fieles observaron la aparición de una nube sobre la que se encontraba la Virgen María. Fundaron entonces allí un templo en honor a ella y crearon la Orden de los Hermanos de Santa María del Monte Carmelo.

Juega un gran papel en su devoción San Simón Stock, un inglés que llega joven a Tierra Santa donde conoce a la entonces comunidad carmelita de primera observancia y decide unirse a ella. El Santo volverá a Europa a mediados del siglo XIII y procederá a difundir la orden, que fue transformada en mendicante. Una vez en Londres fue nombrado superior de la Orden.

La tradición indica que el 16 de julio de 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se apareció al Santo y le hizo entrega de un escapulario a la vez que le indicaba que era un privilegio tanto para él como para los restantes carmelitas.

En 1265, morirá en Burdeos Simón Stock y el culto se extiende por toda España, encontrándolo ya en Sevilla en el año 1358.

Los carmelitas sufrirán durante el siglo XVI merced a Santa Teresa de Jesús y a San Juan de la Cruz grandes reformas, pasando a ser dos comunidades, una más austera que dará origen a los “Carmelitas Descalzos” y otra, la más antigua, la de los “Carmelitas Calzados”.

En la Edad Media se creía que María significaba «estrella del mar», en latín «stella maris». Desde aquella época, muchos carmelitas han aclamado a María como la «Flor del Carmelo» y la «Estrella del Mar». Lo hizo el mismo Simón Stock con esta plegaria que se le atribuye:

«Flor del Carmelo Viña florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda, singular. ¡Oh Madre tierna, intacta de hombre, a todos tus hijos proteja tu nombre, Estrella del Mar!.

El nombre de «Stella Maris» se ha dado también a todos los centros del Apostolado del Mar de la Iglesia Católica que están ubicados en los puertos.

Pero … ¿de donde viene el patronazgo de la Virgen del Carmen hacia los marineros?. En el siglo XVIII, cuando ya era muy popular la fiesta de la Virgen del Carmen en España, el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de la Terra, nacido en 1716 y fallecido en 1797, impulsó su celebración entre la marinería que él dirigía. Fue a partir de entonces cuando la marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo por el de la Virgen del Carmen.
Salvados del Mar

En el verano de 1845 el barco inglés, «Rey del Océano» se hallaba en medio de un feroz huracán. Las olas lo azotaban sin piedad y el fin parecía cercano. Un ministro protestante llamado Fisher en compañía de su esposa e hijos y otros pasajeros fueron a la cubierta para suplicar misericordia y perdón.

Entre la tripulación se encontraba el irlandés John McAuliffe. Al mirar la gravedad de la situación, el joven abrió su camisa, se quitó el Escapulario y, haciendo con él la Señal de la Cruz sobre las furiosas olas, lo lanzó al océano. En ese preciso momento el viento se calmó. Solamente una ola más llegó a la cubierta, trayendo con ella el Escapulario que quedó depositado a los pies del muchacho.

Durante lo acontecido el ministro había estado observando cuidadosamente las acciones de McAuliffe y fue testigo del milagro. Al interrogar al joven se informaron acerca de la Santísima Virgen y su Escapulario. El Sr. Fisher y su familia resolvieron ingresar en la Iglesia Católica lo más pronto posible y así disfrutar la gran protección del Escapulario de Nuestra Señora.

Ella vestida de hábito carmelita, llevaba al Niño Jesús en sus brazos y en su mano el Escapulario, que le entrega diciendo: “Recibe hijo mío este Escapulario de tu orden, que será de hoy en adelante señal de mi confraternidad, privilegio para ti y para todos los que lo vistan. Quien muriese con él, no padecerá el fuego eterno. Es una señal de salvación, amparo en los peligros del cuerpo y del alma, alianza de paz y pacto sempiterno”.

Fuente/Foto: INAC

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