En los países de la región existen normativas para regular las desconexiones y las fluctuaciones en las industrias, pues son fallas en la calidad del servicio eléctrico que pueden causar considerables pérdidas económicas.
Los usuarios cuentan además con soluciones, en el mercado, que permiten monitorear la calidad y estabilidad del suministro eléctrico, mejorando además la eficiencia, seguridad y rentabilidad de sus operaciones.
(13/May/2020 – web) Centroamérica.- Además de suplir los requerimientos más básicos, la energía también impulsa a la industria y al desarrollo de la conectividad en todas sus formas, más recientemente al Internet de la Cosas- IoT, generándose con ello, una creciente demanda. Estos requerimientos fomentan que los Estados adelanten la promulgación de programas y normativas que permitan que la electrificación llegue a todos, sobre todo con proyectos de generación eléctrica cada vez más orientados a la oferta renovable con sistemas de energía solar, eólica, o a través de hidroeléctricas, disminuyendo el uso de combustibles fósiles que son más contaminantes.
En el tema de la calidad en el suministro eléctrico a las empresas, “los proveedores de energía deben velar por dos aspectos muy importantes: la cantidad de desconexiones a un usuario, que dependiendo de la normativa de cada país, generalmente no pueden ser más de 3 o 4 por un período de tiempo específico, que pudiera ser un mes. Las desconexiones corresponden a la caída de la tensión o suministro eléctrico a una industria o compañía. El otro aspecto regulado es el término de tiempo de la desconexión que no debería ser mayor a 1 o 2 minutos pues en medio de un proceso de producción se pudieran producir pérdidas millonarias”, explica Michael Ramírez, director de Desarrollo de Negocios de Schneider Electric Centroamérica.
Específicamente para las industrias, las compañías de regulación de energía en cada país establecen ciertas variables una, por ejemplo, es el voltaje eléctrico, que indiferente a la distancia en la que se encuentre un usuario final, debería llegar de manera efectiva. Un nivel de tensión industrial alcanza unos 480V; por un tema técnico, pudieran ocurrir caídas de tensión cuando son distancias muy largas desde la fuente de transmisión o la generación y distribución de energía, entonces lo primero es asegurar que ese nivel de tensión sea el requerido pues en caso contrario, al fluctuar de manera constante, los equipos tienden a dañarse, detalla Ramírez.
Para medir la calidad de la energía además del medidor de la compañía eléctrica, que refleja la precisión eléctrica, el usuario puede adquirir un medidor similar para, en paralelo, verificar lo que la compañía eléctrica suministra a su empresa como usuario final. Otra solución son, por ejemplo, los filtros de armónicos que ofrece Schneider Electric como herramienta de protección, ya que los armónicos son distorsiones que dañan internamente los equipos.
¿Cómo funciona la inyección de electricidad proveniente de fuentes renovables? “Cada país tiene sus normas para regular este proceso, generalmente basados en la demanda existente, pudiendo esa generación renovable ser provista por las mismas compañías eléctricas, por inversionistas privados o por proyectos del propio usuario, en momentos en que por situaciones específicas se requiera suplir ciertos picos de demanda”, indica el director de Desarrollo de Negocios de Schneider Electric Centroamérica.
Específicamente para proyectos renovables, Schneider Electric provee soluciones para suministros de equipamientos de media tensión o baja tensión, así como softwares para monitoreo de la energía que se genera para microgrid.
El uso de smartgrids, redes inteligentes con las que las compañías eléctricas determinan su consumo y problemas en la red en tiempo real, potencia la eficiencia en las redes a través de un adecuado suministro hacia los clientes finales. En términos generales, la microgrid puede contribuir a la transición energética respondiendo de manera práctica y accesible a la mejora de la resistencia, la fiabilidad, independencia, sostenibilidad, seguridad, rentabilidad, así como en la búsqueda de equilibrio entre la demanda y la respuesta en programas de balance de red.
Vía Up Gradecomunicación
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