El Colegio Jacarandá, un ejemplo de cómo la pedagogía basada interacción, la creación y la imaginación se ha adaptado a la virtualidad

El Colegio Jacarandá, un ejemplo de cómo la pedagogía basada interacción, la creación y la imaginación se ha adaptado a la virtualidad

El cierre de clases presenciales llevó al Colegio Jacarandá a migrar a la virtualidad en semanas y a reimaginar su pedagogía, una tarea particularmente retadora para esta institución cuya apuesta está lejos de ser tradicional.

.- Ante el reto de transformar su aprendizaje basado en la experiencia, el cuento, la creación artística y la interacción, Microsoft Teams les permitió adaptar sus clases y continuar estimulando la imaginación de los estudiantes para crear juntos los proyectos e historias sobre los cuales fundamenta su pedagogía.

.- La virtualidad también ha involucrado a los padres de familia, a quienes se les capacitó en el uso de la plataforma para acompañar y guiar a los más pequeños en las labores diarias.

(10/Sep/2020 – web) Panamá.- En el Colegio Jacarandá la risa, el juego, la asociación libre, el cuento y la literatura son las bases de la enseñanza. Mediante el cuento impulsan a los estudiantes a hacer parte de diferentes historias y proyectos que construyen poco a poco y que cambian periódicamente. Gracias a este método, los alumnos se cuestionan el porqué de las cosas, aprenden a partir de la curiosidad y desarrollan el pensamiento crítico en lugar de la memorización. Los estudiantes trabajan en proyectos de aula que nacen de los talleres creativos (más o menos 6 semanas dependiendo del cuento), para luego presentarlos a la audiencia del colegio o padres. El cuento es actuado por sus maestros y los niños que deseen actuar día a día, de esta manera, combinando métodos y procesos alternativos con las directrices del Ministerio de Educación (Meduca) logran formar estudiantes con espíritu analítico, crítico, adaptabilidad, y compromiso con el cambio social, utilizando siempre el cuento como eje central del desarrollo de su pedagogía de proyectos.

Para metodologías alternativas de aprendizaje como la empleada por el colegio Jacarandá, la llegada de las normas de confinamiento y de distanciamiento social fueron particularmente desafiantes, pues el juego, el teatro, la experiencia y la interacción en la cual basan su modelo de aprendizaje representaban aún mayores desafíos que el aprendizaje tradicional, que ha enfrentado no pocos retos para ajustarse a la retadora coyuntura. Los docentes del Colegio Jacarandá no sólo tuvieron que virtualizar sino reinventar por completo su modalidad de enseñanza. En tan sólo tres días re-imaginaron su pedagogía, grabaron el cuento como si fuese una película para luego editar los vídeos y así pasarlos día a día y poder coordinar los primeros proyectos.

La migración a las plataformas digitales por la cuarentena fue una aventura para todos. Como medida inmediata recurrieron a sistemas simples de mensajería instantánea, pero este canal, aunque comprensible para todos, resultaba a todas luces insuficiente. La información quedaba dispersa y la interacción en grupos amplios resultaba confusa.  Luego exploraron algunas plataformas educativas, pero aun así algunos grados no lograron adaptarse del todo. Los niños mayores – quinto y sexto –siguieron en esta modalidad, hasta que el colegio Jacaranda descubrió a Microsoft Teams.

Después de la habilitación de las cuentas gratuitas de Teams, rápidamente la escuela se encargó de elaborar manuales explicativos y personalizados para capacitar a los profesores y organizar el trabajo y la comunicación con los padres de familia. Comenzó entonces la llegada de los docentes a esta nueva plataforma. Posteriormente fueron los más chicos los que migraron a esta nueva plataforma. Hoy por hoy, la escuela virtual es un hecho: toda la actividad académica de primaria se realiza a través de esta herramienta de comunicación y trabajo colaborativo, y en preescolar se está adoptando de manera gradual.

Como suele suceder con todos los cambios, al principio la transición fue más compleja, pero en menos de dos semanas lograron adaptarse a la perfección. “Para ellos fue mágico poder hablar desde el computador sin tener que estar usando los teléfonos, sin depender de los celulares de sus papás”, detalla María Isabel Borrero, directora y fundadora del colegio. “Hemos ido paso a paso con ellos y se han adaptado muy bien, sienten que manejan la plataforma a la perfección. Allí pueden interactuar en audio, en video, por escrito, comparten materiales, colaboran y crean juntos, se dividen en grupos, graban los cuentos, crean y juegan”, agregó Borrero refiriéndose a los niños de 8 a 10 años.

Esta apropiación tecnológica significó un reto también para los maestros. La directora reconoce que imaginaba una adaptación más compleja y prolongada, pero la versatilidad de Teams y su fácil uso permitieron un tránsito más expedito hacia esta nueva modalidad. “Los maestros están felices, usan Teams más de lo que nos imaginábamos. Tienen mucha creatividad y han hecho de este espacio un lugar alegre”, señala.

Aprendizaje para padres e hijos

Si bien la interacción permanente se da entre alumnos y maestros, cuando se trata de educación en el ‘todo virtual’ los padres adquieren un rol determinante, y más aún cuando se trata de niños entre los 2 y los 13 años. Ante este escenario, padres y familiares se convirtieron también en alumnos para entender el funcionamiento de Teams, conocer sus funciones y virtudes, y acompañar a sus hijos en algunas clases y tareas.

“Los padres de los alumnos más chiquitos necesitaron mayor guía, pues los niños necesitaban de ellos para acceder a la plataforma. A veces los padres somos menos hábiles con la tecnología, pero ya todos nos sentimos más cómodos y manejamos mejor Teams”, reconoce la directora Borrero.

El colegio organizó seminarios y capacitaciones para los padres de los 107 alumnos de prejardín hasta 6 grado de primaria para familiarizarlos con esta plataforma, que pueden tener la aplicación en su computador y en su teléfono. Una experiencia inesperada pero positiva, pues ha permitido, además, que los padres entiendan mejor el modelo pedagógico del colegio y se involucren más con él. La posibilidad de compartir archivos en la nube y de subir las tareas directamente en la plataforma, además de brindar seguridad y control de la información, ha agilizado el proceso de revisión y evaluación de los pequeños.

Considerando que aún no hay claridad sobre cómo será el futuro de las instituciones educativas, el Colegio Jacarandá ya está haciendo planes de seguir su programa educativo en Microsoft Teams. Una de las alternativas que han estudiado, y que se viene aplicando en otros países de la región, es la alternancia, que contempla presencialidad con distanciamiento social y medidas de bioseguridad, y la virtualidad. Y aunque aún es pronto para tener claridad sobre cómo se desarrollará el nuevo año lectivo, las herramientas tecnológicas sin duda estarán en el centro de la respuesta.

Transformaciones que se quedan

Con un modelo educativo de base presencial, que prioriza competencias creativas, literarias y artísticas, y que se enfoca en niños de entre 2 y 13 años, la tecnología emergía sólo en una etapa avanzada del proceso formativo. Antes de la coyuntura actual, en el Colegio Jacarandá los dispositivos tecnológicos solo se utilizaban desde cuarto de primaria. Pero la emergencia lo cambió todo.

“Este momento nos hizo girar hacia el uso de la tecnología desde la educación inicial y debemos poder estar ahí. Tenemos que enseñarles a los niños de dónde sale la información, que no se trata de copiar y pegar, que hay recursos, sitios y lugares donde podemos resolver preguntas y ampliar el conocimiento. Son cosas que suelen aprender más grandes, pero en este momento es nuestra realidad. Ese respeto por la información, la forma de interpretarla, la necesidad de trabajar sobre ideas principales y que los niños redacten significó un giro para nosotros en lo pedagógico”, insiste Borrero.

La apropiación tecnológica para el Colegio Jacarandá abrió la puerta a que su centenar de estudiantes pudiera seguir aprendiendo desde casa en estos días complejos. El buen uso de las plataformas ha conectado a padres con sus hijos y profesores de una forma nueva, ágil, segura y útil para el proceso de formación de los niños.

“Este ha sido un trabajo de llevar de la mano, con grandes desafíos, pero muy interesante. Lo más importante es que nos dimos cuenta de que se puede lograr”, concluye Borrero.

Vía Frontline

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