Pacientes con Dermatitis Atópica no pueden pasar desapercibidos

Pacientes con Dermatitis Atópica no pueden pasar desapercibidos

Las personas ven afectada su calidad de vida por las erupciones y la picazón frecuentes o permanentes, lo que hace necesario el uso de medidas rigurosas de cuidado de la piel, medicamentos tópicos o sistémicos de eficacia y seguridad variables

(16/Jun/2020 – web) Panamá.- La Dermatitis Atópica (DA), la forma más común de eccema, es una enfermedad crónica, sistémica e inflamatoria de la piel, impulsada en parte por una respuesta excesiva del sistema inmunitario conocida como inflamación tipo 2.1 En sus formas más severas hay brotes y erupciones cutáneas impredecibles que pueden cubrir gran parte del cuerpo, acompañándose con picazón intensa y persistente, resequedad importante, grietas, enrojecimiento, costras y exudación. 2

Para el doctor Luis Sarmiento, Medical Manager Immunology de Sanofi Genzyme en la región Pacífico & Caribe, cuando la DA no se controla adecuadamente, causa trastornos del sueño, síntomas de ansiedad, depresión y sentimientos de aislamiento, con un importante impacto físico, emocional y psicosocial.3,4

Los retos que enfrentan los pacientes con DA, abarcan:

Retos físicos para la salud

Control de la enfermedad: Las terapias tópicas y sistémicas para la DA tienen diversos perfiles de riesgo/beneficio, pero con frecuencia la respuesta es variable y los efectos adversos asociados intolerables, lo que dificulta lograr el control adecuado.5,6

Infecciones en la piel: La picazón intensa y el rascado pueden debilitar las diferentes capas de la piel, facilitando la entrada de gérmenes y aumentando el riesgo de infecciones. Este riesgo es mayor en los pacientes con DA moderada a severa.7,8

Comorbilidades atópicas: La mayoría de los pacientes con DA moderada a severa experimentan otras enfermedades alérgicas, tales como asma, rinitis y alergias alimenticias, que son manifestaciones de la misma alteración del sistema de defensa del organismo.9

Retos para el bienestar

Perturbaciones del sueño: La picazón y rascado nocturno a menudo conducen a la pérdida del sueño, lo que se traduce en cansancio, afectando el desarrollo de las actividades diarias, incluyendo el rendimiento en el trabajo (adultos) o la escuela (niños).10,11

Interacción social: Los síntomas y lesiones visibles a menudo hacen que las personas se sientan incómodas con su apariencia; esto puede provocar angustia, aislamiento, pérdida de productividad laboral y dificultad para relacionarse.12

Efectos que ha tenido la situación de epidemia: algunas de las medidas preventivas ante la llegada de la COVID-19, como el lavado frecuente de manos puede tener efectos no deseados en los pacientes con DA. “La frecuencia y el uso de algunos jabones, desinfectantes o geles alcoholados pueden activar el círculo del rascado como respuesta a la picazón lo que empeora los signos y síntomas en la piel provocando más inflamación. Las lesiones de la piel son solo un signo visible de lo que sucede en las capas mucho más profundas de la misma”, explicó el Dr. Sarmiento.

Impacto social

Productividad social: La productividad laboral se ve comprometida significativamente en pacientes con DA, especialmente durante los brotes. Se ve mayormente afectada por el aumento del número de días de incapacidad o enfermedad.13

Gastos en salud: El tratamiento de Dermatitis Atópica, especialmente cuando no se controla adecuadamente, es una carga económica para los pacientes, los cuidadores y los sistemas de salud. Además, a medida que la enfermedad empeora la carga económica también aumenta.14-15

La marcha atópica

La palabra “atopia” se refiere a una tendencia individual o familiar a desarrollar afecciones alérgicas, también conocidas como atópicas. 16,17 Para la mayoría de los pacientes con DA su aparición ocurre durante la niñez, y puede persistir como una enfermedad crónica hasta la adultez; sin embargo, la aparición de DA durante la adultez es posible.18,19.

Varios estudios longitudinales han brindado evidencia para afirmar que los pacientes con DA tienen un riesgo mayor de desarrollar otras enfermedades atópicas, incluidos asma o rinitis.20

El gráfico que se muestra a continuación ilustra la secuencia típica de manifestaciones atópicas en pacientes con aparición de DA durante la niñez: un proceso conocido como la “marcha atópica”.20

La DA es frecuentemente la primera manifestación de atopia en la vida del paciente, lo que sugiere que la DA podría ser un punto de partida para el desarrollo posterior de enfermedades alérgicas o atópicas.20-21 La alergia a las comidas puede coincidir con la DA, y después se puede desarrollar asma o rinitis.21

La innovación médica

El desarrollo de innovaciones en medicamentos está permitiendo un cambio de paradigmas en el tratamiento de la dermatitis atópica severa. El Dr. Sarmiento refiere que los tratamientos biológicos ya permiten modificar las alteraciones inmunológicas que produce la enfermedad. “En vista de que las terapias actuales no han logrado un control total de la enfermedad, la ciencia ha ido buscando opciones innovadoras que permitan al paciente un mayor control de su enfermedad y, por ende, una mejor calidad de vida”.

Vía Frontline

Referencias:

1.- Gandhi NA, BL Bennett, NM Graham, et.al. Targeting key proximal drivers of type 2 inflammation in disease.
2.- Mount Sinai. Patient Care Atopic Dermatitis. Available at: http://www.mountsinai.org/patient-care/healthlibrary/diseases-and-conditions/atopic-N dermatitis#risk. Accessed June 2019.
3.- S. Weindiger and N. Novak. Atopic Dermatitis. Lancet. 2016;387:1109-1122.
4.- T. Zuberbier, S. Orlow and A.Paller, Patient perspectives on the management of topic dermatitis J Allergy Clin Inmunol, 2006;118(1):226-232.
5.- R.Sidbury, D.Davis and D.Cohen, “Guidelines of care for the management of topic dermatitis. Part 3: Management and treatment with phototherapy and systemic agents,” J Am Acad Dermatol, vol.71, no.2, pp.327-349,2014.
6.- J. Silverberg, D.Nelson and G.Yosipovitch, “Addressing treatment challenges in atopic dermatitis with novel topical therapies,” J Dermatolog Treat, vol.27, no.6. p.568-576, 2016.
7.- C.Correale, C.Walker and L.Murphy, “Atopic Dermatitis: a review of diagnosis and treatment.” Am Fam Phycian, vol.60, no.4, pp.1191-1198,1999.
8.- Williams MR Gallo RL. The role of the skin microbiome in atopic dermatitis. Curr Allergy Asthma Rep.2015 Nov;15(11):65.Doi 10,007/s11882-015-0567-4.
9.- Eric L.Simpson, M.D., M.C.R. Oregon Health & Science University, Department of Dermatology, Portland, Oregon USA, Comorbidity in Atopic Dermatitis. NIH Public Access. Curr Dermatol Rep.2012 March 1;1(1):29-38.doi:10.1007/s13671-011-0003-5.
10.- J.Schmitt, F.C.Sotonyi,A.Bauer and M.Meurer, “Determinants of treatment goals and satisfaction of patients with atopic eczema,” J Dtsch Dermatol Ges, vol.6, no.6, pp.458-465, 2008.
11.- G.Yosipovitch, A.Goon and J.Wee, “Itch characteristics in Chinese patients with atopic dermatitis using a new questionnaire for the assessment of pruritus,” Int J Dermatol, vol.41, no.4, p.212-216,2002.
12.- Carrol CL, Balkishnan R, et a. The burden of Atopic Dermatitis: Impact on the Patient, Family and Society. PEDIATRIC DERMATOLOGY. 2005;22(3): 192-199.
13.- E. Holms, S.Esmann and G. Jemec, “The handicap caused by atopic dermatitis – sick leave and job avoidance”, J Eur Acad Dermatol Veneroel, vol.20, no.3, p.255-259, 2006.
14.- W.Wei, A.Gadkari and R.Klumph, “Burden of disease among employees with atopic dermatitis: comorbidities, healthcare resources utilization/costs, and absenteeism (abstract LO2), J Manag Care Spec Pharm, vol.21, no. 10-a, pp. S64-S65, 2015.
15.- S.M. Shrestha, L. Wang and J.Chao, “Burden of atopic dermatitis: comorbidities, healthcare resource utilization, and costs in US commercial and Medicare adult populations (abstract LO2),” J Manage Care Spec Pharm, vol.22, no.10-a, p.S71,2016.
16.- Johansson SGO et al. Allergy 2001;56:813–824.
17.- Thomsen SF. Eur Clin Respir J 2015;2:10.3402/ecrj.v2.24642.
18.- Weidinger S et al. Lancet 2016;387:1109–1122.
19.- Arkwright PD et al. J Allergy Clin Immunol Pract 2013;1:142–151.
20.- Spergel JM J Allergy Clin Immunol 2003;112:S118–S127.
21.- Thomsen SF. Eur Clin Respir J 2015;2:10.3402/ecrj.v2.24642
22.- Barneston RSC et a. BMJ 2002;324:1376-1379.

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos estan marcados con *

Cancel reply

Opinión


330x2801

Últimas Noticias

Deportes