Nuevo informe de la OIT ofrece un panorama laboral actualizado sobre realidad y perspectivas del empleo rural en la región

Nuevo informe de la OIT ofrece un panorama laboral actualizado sobre realidad y perspectivas del empleo rural en la región

El nuevo informe regional de OIT sobre empleo rural, señala que es necesario redoblar esfuerzos para mejorar las condiciones de trabajo en el campo. Pese a los avances de los últimos años, persisten altos niveles de pobreza y de vulnerabilidad, baja productividad y brechas de infraestructura física y social.

(20/11/2016 – web) Bogotá, Colombia.- En América Latina y el Caribe uno de cada cinco trabajadores viven en el campo, como protagonistas de un mercado laboral rural caracterizado por más empleo vulnerable, menos empleo asalariado, y una incidencia de pobreza que es el doble de la existente en áreas urbanas, destacó la OIT.

El nuevo informe de la OIT sobre “Trabajar en el campo en el siglo XXI” en América Latina y el Caribe, presentado en la capital de Colombia, ofrece por primera vez un panorama laboral actualizado sobre la realidad y las perspectivas del empleo rural en esta región.

“El campo hoy día no es lo que era 20 o 30 años atrás. Vemos grandes transformaciones: urbanización acelerada, menos jóvenes y más adultos mayores, una reducción del empleo agrícola y un aumento de las ocupaciones no agrícolas”, dijo el Director de OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar.

El informe destaca que si bien ha habido aumento de la productividad en el campo, aún persisten grandes diferencias entre la situación del empleo rural y urbano. Una de las principales, es que hay mucho más empleo vulnerable en las áreas rurales, un 56% comparado con un 27% en las áreas urbanas.

“Hay 50 millones de trabajadores ocupados rurales, de los cuales al menos 28 millones, están en situación de empleo vulnerable”, agregó el Director Regional de OIT en Bogotá.

“A pesar de los avances, persisten grandes brechas. El sector rural concentra el núcleo duro de la pobreza, la exclusión y la informalidad en la región”, agregó Salazar, y para evitar mayores rezagos “las políticas públicas deben redoblar esfuerzos para la inclusión productiva y laboral de quienes trabajan o tienen emprendimientos en el campo”.

El informe señala que el desempleo en el campo es bajo. La tasa promedio regional de desocupación de 3,1% es menor a la urbana, de 6,9%. Pero aclara que esta situación está en parte explicada por la necesidad de trabajar ante las altas tasas de pobreza y el menor acceso a la educación.

Para descargar el informe, visite el siguiente enlace:

Trabajar en el campo en el siglo XXI. Realidad y perspectivas del empleo rural en América Latina y el Caribe 

Fuente/Foto: OIT

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