Cervecería Nacional promueve valores a través del fútbol

Cervecería Nacional promueve valores a través del fútbol

El programa fomenta en los niños los valores de respeto, trabajo en equipo, equidad de género y honestidad de manera sana y divertida. “Balón con Valores” ofrece una alternativa de recreación educativa, formativa y constructiva desde una perspectiva no formal utilizando la metodología de fútbol callejero.

(13/9/2016 – web) Como parte de las iniciativas del programa “Balón con Valores”, implementado en la Escuela Virgen de Guadalupe de Pacora, junto a Morgan & Morgan y Fundación Valórate, Cervecería Nacional S.A. llevó a cabo el Segundo Torneo de preparación para la gran final a realizarse en el mes de noviembre.

Durante la actividad los dos equipos que resultaron con mayor puntaje al finalizar este torneo, recibieron sus medallas de reconocimiento. Adicionalmente, todos los niños y sus padres pudieron disfrutar de una merienda la cual incluía una nutritiva Malta Vigor.

Por medio de este programa, Cervecería Nacional S.A. busca recuperar los valores como el respeto, trabajo en equipo y honestidad en niños y jóvenes de comunidades en riesgo social del país, a través de la metodología del Fútbol Callejero.

“En este programa, los niños mediante una sesión de diálogo previo al partido establecen sus reglas o valores a aplicar durante el mismo. Estas reglas van desde no ofender a sus compañeros (Respeto), si un compañero se cae, ayudarlo a levantarse (Trabajo en Equipo), entre otros, y para promover la equidad de género establecimos equipos mixtos en donde debe haber un mínimo de 3 niñas dentro del equipo para poder jugar. Otro aspecto interesante es que el equipo que más goles anotó al final no resulte ganador del partido, pues puede tener mayor puntaje la cantidad de valores que hayan aplicado durante el partido”, agregó Lydia Caballero, especialista de Desarrollo Sostenible de Cervecería Nacional.

El plan didáctico del fútbol callejero estimula a que los menores se comprometan a cumplir las reglas que ellos mismos construyen, es decir la figura del árbitro no existe, por lo que los participantes deben tener la responsabilidad al final del partido de evaluar si ambos equipos lograron cumplir con las reglas preestablecidas antes de iniciar el juego.

Este método fortalece el respeto entre niños y niñas sin tener ningún tipo de discriminación por género, edad, nivel o sector de residencia; todos reconocen igualdad de condiciones, beneficios y responsabilidades durante el partido y se espera que extiendan esta perspectiva a otras áreas de su vida cotidiana y convivencia entre sí.

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