Para Santo Tomás de Aquino, el amor es más que un sentimiento: es un acto de voluntad orientado al bien del otro, donde la razón y la fe juegan un papel fundamental.
Filosofía tomista: la caridad como la forma más elevada del amor
(14/Feb/2025 – Panama24Horas web) Guadalajara, México. – En el marco del Día del Amor y la Amistad, es oportuno reflexionar sobre la concepción filosófica del amor según Santo Tomás de Aquino, uno de los pensadores más influyentes de la escolástica en el siglo XIII. Su visión, que combina razón, voluntad y fe, nos invita a comprender el amor no solo como una emoción, sino como un principio rector de la vida humana.
El amor en la Filosofía Tomista
1.- Definición del Amor
Para Santo Tomás, el amor es la voluntad de querer el bien del otro. En su pensamiento, el amor no se reduce a un sentimiento pasajero, sino que es un acto deliberado de la voluntad, alineado con la razón y el orden divino.
2.- Tipos de Amor
El filósofo distingue dos formas principales de amor:
• Amor de Concupiscencia: Se basa en el deseo y en la satisfacción personal, como el amor por la comida o por un objeto que proporciona placer.
• Amor de Benevolencia: Es el amor más puro y elevado, donde se busca el bienestar del otro sin esperar nada a cambio. Este amor, desinteresado y generoso, es el ideal en la tradición cristiana.
3.- El Amor como Caridad
Para Santo Tomás, la caridad es la manifestación suprema del amor. Es la virtud teologal que permite amar a Dios por encima de todo y al prójimo como a uno mismo. La caridad trasciende el amor humano y se convierte en un vínculo espiritual que une al hombre con su Creador y con los demás.
4.- El Amor y la Razón
A diferencia de concepciones más emocionales del amor, el pensamiento tomista integra la razón como guía del amor. La verdadera entrega amorosa no es impulsiva ni irracional, sino que debe estar fundamentada en el discernimiento y en la búsqueda del bien auténtico.
5.- El Amor y la Voluntad
Según Santo Tomás, el amor es un acto de la voluntad más que un simple sentimiento. Se trata de una elección consciente que busca el bien del otro, lo que lo convierte en una fuerza transformadora tanto en la vida personal como en la sociedad.
Desde esta perspectiva, el amor no es solo una emoción efímera, sino una virtud fundamental que dirige la vida humana hacia su propósito último: la unión con Dios.
El Dr. Héctor Salvador Echeagaray Guerrero, director del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), destaca la relevancia del pensamiento tomista en la actualidad, recordando que el amor, según Santo Tomás, es una fuerza que eleva, une y da sentido a la existencia humana.
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