El Centro Penitenciario de Llano Marín, en Coclé, ha cosechado 7,600 mazorcas de maíz gracias al programa Casa Granja, una iniciativa de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) enfocada en la resocialización a través de actividades agrícolas.
Casa Granja en Llano Marín: Un modelo de reinserción social y productividad
(6/Nov/2024 – Panama24Horas web) Panamá.- En una importante iniciativa de resocialización promovida por la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), el Centro Penitenciario de Llano Marín ha alcanzado una cosecha total de 7,600 mazorcas de maíz a lo largo del año. Esta iniciativa forma parte del programa Casa Granja, que busca la producción agrícola en el recinto penitenciario y ofrece una oportunidad de reintegración social para las personas privadas de libertad a través del trabajo agrícola.
El programa Casa Granja está diseñado para enseñar habilidades laborales y fomentar la autosuficiencia de los reclusos, mediante la siembra, el cultivo y el manejo de productos agrícolas. Eyra Palm, directora del centro penitenciario, explicó que este proyecto es fundamental para fortalecer un ambiente de responsabilidad y compromiso dentro del penal, además de dotar a los internos de herramientas y competencias que podrán aplicar una vez que se reintegren a la sociedad.
La última cosecha del programa, realizada a principios de este mes, arrojó una producción de 1,200 mazorcas de maíz después de un ciclo de cultivo de 70 días. Este esfuerzo es una muestra del impacto positivo de Casa Granja en el proceso de resocialización de los internos, quienes, a través del trabajo agrícola, logran desarrollar habilidades prácticas y valiosas para su futuro.
Más que maíz: un modelo integral de reinserción
La cosecha de maíz es solo una de las múltiples actividades que componen el programa Casa Granja. Además del maíz, el proyecto incluye la siembra de hortalizas y la cría de aves de corral, lo cual amplía las oportunidades de aprendizaje y autosuficiencia para los reclusos, proporcionando un enfoque integral a su proceso de rehabilitación.
Gracias a esta iniciativa, el Centro Penitenciario de Llano Marín se convierte en un referente en el uso de la agricultura como medio de resocialización, promoviendo un modelo que permite a las personas privadas de libertad contribuir a su entorno y prepararse para una vida productiva fuera del centro.
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