Pedro, Ruth, Carlos, Marylin y Evila, quienes antes no sabían leer ni escribir, se graduarán de premedia en diciembre gracias al programa de alfabetización del MIDES y al programa de Teleeducación del MEDUCA.
Nunca es tarde para aprender: El éxito de la alfabetización en Panamá
A través del programa ‘Yo, Sí Puedo’, el MIDES ha alfabetizado a 82,494 ciudadanos en todo el país, incluyendo a cinco panameños que ahora buscan obtener su bachillerato y entrar a la universidad.
(28/Jul/2023 – web) Panamá.- En un caluroso martes de julio en el Centro Educativo Básico General de Playa Chiquita en La Chorrera, cinco estudiantes entre 33 y 62 años se preparan para recibir su diploma de premedia en diciembre. Hace cuatro años, Pedro Bedoya de 62 años, Ruth B. Díaz de 53, Carlos Jiménez de 34, Marylin Miranda de 33 y Evila de Salinas de 33 años no sabían leer ni escribir. Hoy, gracias al programa de alfabetización ‘Yo, Sí Puedo’ del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), han transformado sus vidas.
Este grupo de estudiantes comenzó su viaje educativo cuando ingresaron al programa de alfabetización del MIDES, donde la maestra voluntaria Tatiana Guevara de León los alfabetizó en siete semanas y media. Fascinados por lo aprendido, decidieron continuar sus estudios a través del programa de Teleeducación para jóvenes y adultos del Ministerio de Educación (MEDUCA). Desde entonces, han completado la primaria y cursado séptimo y octavo grado, con la meta de obtener el bachillerato y algunos de ellos, ingresar a la universidad.
Tres veces a la semana, de una a tres de la tarde, la profesora Luz Castillo les enseña diferentes asignaturas. Su progreso es notable: leen y escriben correctamente, dictan charlas y resuelven problemas matemáticos. La profesora Castillo destaca la unión y el apoyo mutuo entre ellos, lo que les ha permitido avanzar juntos. «Aquí todos van al mismo ritmo, si uno no sabe, el otro le ayuda. Trabajan sobre una premisa: comenzamos juntos y terminamos juntos. Su tenacidad y valor es un faro de esperanza que envía un mensaje alto y claro: nunca es tarde para aprender», afirma Castillo.
La historia de estos estudiantes es solo una de las muchas que han sido moldeadas por el programa «Muévete por Panamá» y el método «Yo, Sí Puedo», que desde su creación en 2007 ha alfabetizado a 82,494 ciudadanos en todo el país. La mayoría de los beneficiarios residen en regiones indígenas, con la comarca Ngäbe Buglé destacando con 12,236 alfabetizados.
Carlos Jiménez, uno de los estudiantes, proviene de Cerro Mosquito en la comarca Ngäbe Buglé, donde el índice de pobreza es del 94%. Carlos asumió responsabilidades adultas desde muy joven, dejando la escuela en tercer grado. Ahora, con la esperanza de convertirse en abogado y ayudar a su comunidad, se dedica a sus estudios con esmero.
Marylin Miranda, nacida en Alto Estrella, también tuvo que trabajar desde pequeña, privándose de una educación formal. Su mudanza a la capital y las dificultades para realizar acciones cotidianas sin saber leer la motivaron a ingresar al programa de alfabetización. Su objetivo es inspirar a sus hijas y continuar sus estudios hasta la universidad.
Evila de Salinas, que solo había cursado hasta segundo grado, decidió alfabetizarse para poder ayudar a su hija con las tareas escolares. Desde entonces, su confianza y habilidades han mejorado, y ahora sueña con ir a la universidad.
Ruth B. Díaz y Pedro Bedoya comparten historias similares de una niñez marcada por el trabajo y la falta de oportunidades educativas. Sin embargo, ambos se han unido a este viaje de superación, demostrando que nunca es tarde para aprender y alcanzar nuevos objetivos.
Según la UNESCO, hay 765 millones de adultos en el mundo que no saben leer ni escribir. En Panamá, el censo de 2023 reveló que el 3.7% de la población es iletrada, lo que equivale a 123,674 personas. Estas cifras sitúan a Panamá como un territorio libre de analfabetismo, según los estándares de la UNESCO.
El MIDES continúa impulsando su programa de alfabetización, habiendo alfabetizado a 574 personas de enero a junio de 2024. Actualmente, 239 personas reciben clases con la ayuda de 87 maestros voluntarios, y se espera que el año cierre con un número aún mayor de alfabetizados.
La profesora Luz Castillo confía en que sus estudiantes se graduarán en diciembre y seguirán estudiando como lo han planeado. Llegar hasta aquí no ha sido fácil, pero cuando lancen sus birretes al cielo, habrán alcanzado una de sus metas más importantes.
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