La técnica ASCOT muestra los beneficios de movilizar las células madre de la médula ósea y que sin necesidad de inyectarlas directamente al ovario lleguen ellas mismas a través de la circulación, un proceso mucho menos invasivo y que alcanza también ahora resultados esperanzadores en mujeres menores de 40 años con el peor escenario reproductivo a nivel ovárico.