La experta en ciberseguridad Cristina Gutiérrez Borge analizó el impacto de la tecnología y la Inteligencia Artificial en la educación en el evento “Educación al Rescate”, organizado por la Universidad Nebrija. Subrayó la importancia de manejar la IA con cautela y de enseñarla en las aulas de manera gradual, priorizando el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y técnicas.
Cristina Gutiérrez Borge destaca la importancia del pensamiento crítico en el uso de la tecnología y la Inteligencia Artificial en las escuelas
(11/Nov/2024 – Panama24Horas web) España.- La tecnología y la Inteligencia Artificial (IA) tienen un impacto creciente en la educación, pero su uso debe ser manejado con cautela, especialmente en el contexto de los menores. Así lo advirtió Cristina Gutiérrez Borge, responsable del área de ciberseguridad de los menores del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), durante su intervención en el evento Impacto de la tecnología y la Inteligencia Artificial en la educación, que tuvo lugar en León, dentro del marco del proyecto “Educación al Rescate”, organizado por la Universidad Nebrija.
En su intervención, Gutiérrez Borge destacó que los sistemas de IA manejan una media de 25.000 datos de cada usuario, una cifra “escalofriante” que debe hacer reflexionar sobre el uso y la compartición de datos personales, particularmente en los entornos educativos. «Es crucial ser muy prudentes en el ámbito escolar respecto a la información sensible de los estudiantes», señaló la experta. Este tipo de datos, si no se gestionan adecuadamente, pueden ser vulnerables a un uso indebido.
El impacto de la tecnología en nuestra vida cotidiana
Gutiérrez Borge también aprovechó la ocasión para alertar sobre el impacto creciente de la tecnología en la vida cotidiana. Según sus estadísticas, la sociedad dedica actualmente un 30% de su tiempo al uso de la tecnología, específicamente a los dispositivos móviles, con una media de 5 horas diarias de uso y un desbloqueo de los teléfonos móviles cada 7 minutos, lo que equivale a una media de 100 desbloqueos diarios. “No somos criminales por ello, pero sí es para reflexionar. Si esas 5 horas se dedican solo al entretenimiento, estaremos desperdiciando gran parte de nuestro tiempo”, explicó.
La experta subrayó la importancia de entender que la tecnología, incluida la IA, debe considerarse como una herramienta que se debe utilizar de manera consciente y con propósito. En este sentido, recomendó que, en el ámbito educativo, la tecnología debe ser utilizada de forma constructiva y reflexiva, evitando la dependencia excesiva.
La implementación gradual de la Inteligencia Artificial en las aulas
Uno de los puntos centrales de su intervención fue el uso de la Inteligencia Artificial en el proceso educativo. Gutiérrez Borge recomendó una integración progresiva de la IA en las aulas, en lugar de una implementación abrupta. «Lo primero es entender para qué se va a utilizar la IA, lo cual está relacionado con las habilidades personales y sociales, y con el fomento del pensamiento crítico. Luego, se deben adquirir habilidades técnicas relacionadas con la IA, y finalmente, enseñar con la IA, pero solo después de haber pasado por este proceso formativo», apuntó.
La experta también insistió en que el uso de la IA debe ir acompañado de una formación adecuada para los docentes, quienes desempeñarán un papel clave en guiar a los estudiantes en el uso responsable de estas tecnologías. «El equilibrio consiste en incorporar estas herramientas de manera progresiva, asegurando previamente las habilidades y conocimientos necesarios», agregó.
Reflexión sobre el control de los datos y el contexto educativo
En su conversación con Marina Vega, asesora del Departamento de Admisiones de la Universidad Nebrija, Gutiérrez Borge también hizo una importante reflexión sobre la fuente y el control de la información generada por la IA. A diferencia de las entidades educativas, muchas de las herramientas de IA provienen de empresas, lo que plantea la pregunta de quién controla los datos y cómo se garantiza que la información sea de calidad y adecuada para los estudiantes. En este sentido, la experta sugirió el uso de herramientas de control parental, disponibles a través del INCIBE, para reducir los riesgos asociados al acceso de menores a estas tecnologías.
Por último, Gutiérrez Borge enfatizó que, a pesar de los avances de la IA, nunca reemplazará la necesidad de la intervención humana en la educación. «Ninguna herramienta de IA puede contextualizar lo que sucede en el aula. En educación, todo se basa en entender el contexto y las necesidades de los estudiantes», afirmó.
La importancia del pensamiento crítico en el uso de la IA
Gutiérrez Borge también alentó a los padres a involucrarse en el proceso de aprendizaje tecnológico de sus hijos. «Es importante que los padres prueben la IA junto a sus hijos, para aprender juntos a identificar sus fortalezas y debilidades», sugirió. Según la experta, el sentido común y el pensamiento crítico de los padres pueden ser clave para identificar los errores y limitaciones de la IA, ayudando a formar a los jóvenes en un uso más consciente y equilibrado de estas tecnologías.
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