Con ánimo y alegría, los privados de libertad de los diferentes pabellones asistieron a la cita de lectura en la biblioteca Miguel de Cervantes Saavedra, tal es el caso del privado de libertad Yahir Duppy, quien expresó que la iniciativa es útil, porque los ayuda a “mejorar el léxico y caudal de intelectualidad” y agradece a la DGSP por abrir esta oportunidad.
(31/Ago/2020 – web) Panamá.- Una manera eficiente de resocialización es la lectura; por ello, la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) hizo las coordinaciones pertinentes para la reapertura del círculo de lectores y el curso de alfabetización denominado “Yo sí Puedo” en el centro penitenciario La Joyita, cumpliendo con las medidas de bioseguridad establecidas por el Ministerio de Salud (Minsa), como el distanciamiento, uso de mascarilla y lavado de manos.
Con ánimo y alegría, los privados de libertad de los diferentes pabellones asistieron a la cita de lectura en la biblioteca Miguel de Cervantes Saavedra, tal es el caso del privado de libertad Yahir Duppy, quien expresó que la iniciativa es útil, porque los ayuda a “mejorar el léxico y caudal de intelectualidad” y agradece a la DGSP por abrir esta oportunidad.
Mientras tanto, el privado de libertad Javier Coronado señaló que este programa ayuda al recluso a resocializarse, pues se demuestra que ante espacios como estos se pueden dar cambios en sus vidas, siempre y cuando haya personas dispuestas a ayudarlos.
Aracelys Castillo, psicóloga de La Joyita y coordinadora del programa, explicó que la reapertura ha sido vista con buenos ojos por la población privada de libertad y se hace en miras a rehabilitarlos, actividad que recibe todo el respaldo de la jueza de cumplimiento de San Miguelito y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Para el docente de español y ganador en cinco ocasiones del Premio Ricardo Miró, Ariel Barría, queda “demostrado que la lectura es una herramienta eficaz, para sumarse a otras que permitan un cambio positivo en el individuo. No se trata de un acto de magia, sino de poner en práctica facultades que nos exigen una transformación mental hacia lo positivo”.
Además del círculo de lectura, se reinició el programa de alfabetización, una herramienta más para que los privados de libertad puedan abrirse en un nuevo camino de oportunidades.
Fuente/Foto: Mingob
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