La tendencia es que los consumidores se alimenten con productos sanos como una estrategia para contribuir a desarrollar fortalezas contra el Coronavirus
(30/May/2020 – web) por Humberto González, Gerente de Kiwa BCS – Costa Rica Agencia Certificadora.- Las actuales circunstancias de una Pandemia Mundial debida al COVID-19 han revalorizado, con más fuerza, la necesidad de que los consumidores se alimenten con productos sanos como una estrategia para contribuir a desarrollar fortalezas contra el Coronavirus; además, de fortalecer la producción local con estándares mundiales de calidad.
En adelante es claro que esa tendencia, iniciada hace mas de 20 años, pasará de ser una moda para convertirse en una forma cotidiana de vida cuyo imperativo podría hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Los consumidores exigirán, cada día más, a los minoristas y productores alimentos a precios asequibles, seguros y de buena calidad para mantener estándares de salud lo más alto posibles. Por eso, las empresas que formen parte de la cadena de suministro con este tipo de portafolio serán cada vez más buscadas.
Sin embargo, es necesario que esa oferta cumpla con requisitos que le aseguren a consumidor que realmente invierte su dinero comida (vegetales, legumbres, etc) de primerísimo nivel.
El Sistema de Certificación de Alimentos Seguros (FSSC 22000, siglas en inglés), desarrollado por la Agencia Kiwa-BCS apunta en esa dirección con el afán de ayudar a que las empresas se concentren en lo esencial: entregar productos seguros y de alta calidad.
Grandes ventajas
La herramienta FSSC 22000 ofrece un esquema completo para la auditoría y certificación de sistemas de gestión de inocuidad alimentaria diseñado para satisfacer las necesidades de un esquema internacional de seguridad alimentaria basado en las Normas ISO, inocuidad alimentaria y criterios del Global Food Safety Iniciative (GFSI).
Es una solución ideal que se basa en la norma ISO 22000, más un programa de requisitos previos específico de cada sector junto con algunas normas adicionales contra el fraude y la defensa alimentaria (bioterrorismo).
Junto con las medidas de aislamiento social, protección con mascarillas –entre otras- que han recomendado casi todas las autoridades de salud del mundo el cambio de hábitos hacia nuevas modalidades de consumo implican un cambio cultural de suma importancia para la producción agrícola y manipulación de alimentos.
No habrá vuelta atrás porque la llegada del COVID-19 nos terminó de convencer de que la hora de “comprador verde y sano” llegó para quedarse.
Vía SPG
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