Investigadores de IVI presentaron en el 74º Congreso de la Sociedad Americana para la Reproducción Asistida (ASRM), que las mujeres con obesidad podrían beneficiarse de la transferencia diferida del embrión, algo que, según un estudio prospectivo, elimina la correlación entre las tasas de implantación, aborto y recién nacido vivo y los índices de obesidad y grasa corporal.